Antes y después de una mesilla de noche


Esta mesilla de los años 50 la compré por 5 eurillos y recuperarla no me costó mucho mas. Estaba en un estado deplorable... pero merecía la pena darle una oportunidad.


Estaba segura de que con paciencia y tesón acabaría convirtiéndola en un mueble con encanto. El primer paso fue evaluar las necesidades para su recuperación y fue entonces, al verla bien de cerca cuando detecté cientos de agujeritos... CARCOMA!!! Salí pitando a comprar todo lo necesario para acabar con este bicho y opté por un líquido anti carcoma en spray, que lleva un adaptador para introducir en los agujeros.... Pero antes me tocó lijar, lijar y lijar. En este caso utilicé una lija de grano gordo ya que tenía que retirar el viejo barniz. Con la ventana de par en par y una mascarilla para no respirar el polvo me puse manos a la obra. Primero con una lija automática y luego con estas manitas. Al día siguiente me dolían hasta las pestañas, pero quedó así de natural:

Después de quitarle un poco el polvo me puse con la carcoma. Eché el spray en cada uno de los agujeros con cuidado de no dejarme ninguno, presionando hasta rebosar para asegurarme de que el líquido penetraba hasta el final. Luego, ya sin la aguja, vaporicé bien por todo el mueble, por dentro y por fuera, lo envolví en una bolsa de basura y la dejé bien cerrada durante 3 semanas.

Transcurrido este laaargo tiempo toca rellenar con masilla reparadora de madera cada uno de los agujeros de la carcoma, o cualquier otro desperfecto que tengamos que corregir, incluido el agujero hecho para el tirador si vamos a poner otro de medidas distintas. Para ello se suele utilizar una espátula pero yo me apaño mejor con el dedo. Un vez seca la masilla lijamos un poco cada relleno para igualarlo a la superficie y retiramos el polvo con un paño húmedo.

    Ya podemos darle un par de manos de imprimación, siempre lijando un poco entre una y otra. Yo, si puedo, me salto este paso porque esta pintura solo se limpia con acetona lo cual es muy engorroso, así que prefiero ir directamente a la pintura final. Lo mejor es utilizar una acrílica que se limpia con agua por lo que no es tan agresiva para el medio ambiente y el secado es bastante rápido. Yo elegí un blanco hueso de la marca Bruger.

Es preferible utilizar rodillo de esponja en vez de brocha ya que el acabado es mucho mas uniforme y se aprovecha mas la pintura. Tuve que darle 4 manos para conseguir el color sin transparencias

Para esta mesilla reciclé unos antiguos tiradores que me dio una amiga (gracias Elena!), por lo que tuve que tapar el agujero original y hacer unos nuevos para colocarlos. El interior del mueble también lo pinté, pero con menos insistencia ya que pretendía forrarlo de aironfix. No es fácil dar con uno bonito, pero tuve suerte y encontré este en el bazar de mi barrio. Et voilá!



Este es el resultado, el antes y después de una mesita antigua y carcomida.




























Comentarios

  1. ¡Un trabajo muy profesional!
    Queda preciosa.

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    1. Gracias Rafa, espero que sea verdad que te gusta porque la vas a ver todos los días ;)

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  2. Me dejas flipada Patri!!!....se lo tengo q contar a Cristian...jajaja.....te ha quedado monísima,por cierto!!!...muchos besos desde Islantilla

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  3. Charo, madraza! Ya ves que poco a poco Alba me va dejando hacer mis cosas, aunque sea a ratos y a las tantas de la noche. A ver si nos vemos pronto! Un besazo

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